Los inicios
La transición de la antigua poesía oral a la nueva literatura
escrita está representado por el Kojiki (Memorias de los sucesos de
la humanidad) de 712 y Nihonshoki(Crónicas de Japón) del 720.
Ambas obras constituyeron empresas oficiales, vinculadas al objetivo político
de construir un país regido por un poder central y de entroncar las familias
imperiales con las deidades del Japón antiguo, reuniendo datos históricos y
tradicionales del linaje imperial y dejar una única historia para los
descendientes. El Kojiki surgió del esfuerzo del Emperador Tenmu por
compilar las narraciones orales del kataribe Hieda no Are, mientras que
Nihonshoki fue encargado por la emperatriz Gensho, un intento de historia del
Japón en treinta tomos.
La poesía del periodo Nara está representada por
el Manyoshu (Colección de diez mil hojas) probablemente
concluida en la segunda mitad del siglo VIII. Se desconoce la identidad de los
antólogos, aunque se le atribuye al poeta Ōtomo no Yakamochi un papel
importante. La colección reúne cerca de 4500 poemas de finales del siglo VII y
la primera mitad del VIII. El Manyoshu representa el trinfo del poema breve: de
los cuales 4200 eran poemas tanka, 260 choka y 60 sedoka,
todos ellos escritos en caracteres chinos. La temática de estos poemas pueden
agruparse en tres categorías: somonka (poemas de
amor), banka (elegías) y zoka(misceláneos) dedicados a celebrar
viajes, banquetes o leyendas. Entre los poetas destacados de esta antología se
hallan, además del propio Ōtomo no Yakamochi, Kakinomoto no
Hitomaro (finales del siglo VII), Yamabe no Akahito (primera
mitad del VIII), Yamanoue no Okura y Ōtomo no Tabito,
considerados los "cinco grandes hombres del Manyô".
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